Las técnicas de congelación no solamente han permitido optimizar diversos procesos panarios, sino que se han introducido a la perfección en diversas culturas gastronómicas otros procesos como los de la bollería y la pastelería congelada en el mundo de la preparación de alimentos.
En este sentido, se hace necesario revisar los aspectos a tener en la cuenta con las materias primas que se utilizan, por ejemplo, en los procesos de congelamiento de pastelería como: (empanadas de carne, pasteles salados, pasteles dulces, palitos de queso, almojábanas, etc) y sus procesos de manipulación durante la congelación y posterior extracción para su preparación y próximo consumo en el hogar.
Preparar pastelería congelada en el hogar tiene cierta ciencia, aunque no es para nada difícil, basta con conocer consejos y tips que te pueden ayudar en todo ese proceso, desde la elaboración de los alimentos, su manipulación, hasta su guardado y conservación durante ese tiempo de congelación.
Es por ello que, a continuación, te presentamos 10 valiosos tips que debes tener en la cuenta a la hora de la preparación de tu pastelería congelada:
1. Preservar la pastelería congelada
La pastelería congelada puede conservarse en buen estado, en algunas ocasiones, hasta por 4 meses en buenas condiciones. Claro está, dependiendo en mayor razón del estado de tu refrigerador, que la temperatura de esta no se mantenga variando y que no estés abriendo y cerrando una y otra vez la puerta del refrigerador.
2. ¿Cómo puedo almacenar la pastelería congelada correctamente?
Es recomendable envolver los alimentos por separado en un contenedor hermético antes de congelarlos, así te aseguras de que estos no se peguen durante su congelación, de esta manera podrás evitar dificultades cuando desees prepararlos para su consumo.
3. Un buen almacenaje conserva el sabor
El principal beneficio es que cambia la textura de los alimentos, los conserva húmedos y para nada secos, evitando que se pierdan sabores y jugos propios de los ingredientes.
4. Organiza bien tus alimentos
Permite tener una organización de tus alimentos, además te otorga el beneficio de tener alimentos listos para su consumo, sin tener que hacer preparaciones individuales y maximizar el tiempo solamente al prepararlos en el horno o en la freidora.
5. Evita la pérdida de alimentos
Preserva por mucho más tiempo tus alimentos, evitando así el despilfarro de comida que se pierde al no ser consumida en un lapso menor de tiempo.
6. Mantener una buena pastelería congelada
Si el hojaldre era congelado y lo has descongelado para hacer el pastel o empanada, luego es preferible que no lo lleves de nuevo al congelador. Solo si es hojaldre fresco, lo podrás congelar y siempre teniendo en cuenta que no debe entrarle nada de humedad. Es así como luego podrá ser consumido, llevarlo al horno, freidora o paila con aceite y esta quedará como recién hecha.
Son muchos los tipos de pasteles, empanadas y alimentos que puedes congelar: puedes conservar empanadas de pollo, atún, carne y mantenerlas en un frío constante para que cuando las vayas a preparar para su consumo puedas evitarte todo el proceso de elaboración en el futuro y obtener tus comidas de una manera mucho más rápida.
7. Congelado
Congela los alimentos a 0° o a menos temperatura, nunca a más temperatura. Debes revisar constantemente que el frío de tu refrigerador o nevera esté regulado para que no genere sobrecongelación en tus alimentos, pero tampoco esté a una temperatura mayor a 0° porque así se pueden dañar.
8. Escoge materiales resistentes para su conservación
Escoge materiales resistentes para su embalaje que puedan proteger los alimentos del vapor de los refrigeradores o neveras, que sean durables y a prueba de pérdidas, además que sean fáciles de sellar y no dejen que se filtren partículas de hielo dentro de los alimentos.
9. Organiza tus congelados
Etiqueta tus alimentos a congelar donde se detallen: cantidad de porciones, fecha de elaboración y empaquetamiento y tipo de alimento; así podrás identificarlos fácilmente. Por ejemplo si tienes varios tipos de empanadas con diferentes rellenos, y las formas de estas son idénticas, etiquetarlas te ayudará a saber cuáles son pertenecientes a determinada clase cuando las vayas a descongelar.
10. Almacénalos adecuadamente
Mantén un espacio adecuado entre cada uno de los alimentos, así el aire frío podrá circular libremente entre ellos. Cuando por fin vayas a descongelarlos podrás apilarlos dependiendo a tu gusto.